El benedictiano español, Benito Jerónimo Feijoo, defendía el papel de la mujer. Sus ideas sobre las mujeres las plasma en su ensayo <<Defensa de las mujeres>>. Este discurso trata un tema tan actual como la libertad de la mujer. <<Los discursos contra las mujeres son de hombres superficiales. Ven que por lo común no saben sino aquellos oficios caseros, a que están destinadas; y de aquí infieren (aún sin saber que lo infieren de aquí, pues no hacen sobre ello algún acto reflejo) que no son capaces de otra cosa. El más corto Lógico sabe, que de la carencia del acto a la carencia de la potencia no vale ilación; y así, de que las mujeres no sepan más, no se infiere que no tengan talento para más.
63. Nadie sabe más que aquella facultad que estudia, sin que de aquí se puede colegir, sino bárbaramente, que la habilidad no se extiende a más que la aplicación>>.
Feijoo hace una crítica del argumento machista, de que las mujeres no sirven para algo más que no sea limpiar o recoger la casa.
Añade en otro punto del ensayo: <<Es notoriedad de hecho que hubo mujeres que supieron gobernar y ordenador comunidades religiosas; y aun mujeres que supieron gobernar y ordenar repúblicas enteras>>. Comentario que personalmente me sorprende viniendo de un católico del siglo XVIII, teniendo en cuenta que en pleno siglo XXI, los sacerdotes aún tiran la labor de las mujeres por tierra y no sienten vergüenza al decirlo.
Feijoo condena a los hombres que se sienten superiores a las mujeres y que creen que el intelecto masculino es mucho más alto que el femenino, cuando se puede observar que no es así mediante la historia.
Comparando este hecho con el siglo en que vivimos, XXI, podría comentar que aún tenemos una sociedad en la que los hombres se creen superiores a las mujeres, pero también hay una parte de la sociedad femenina que piensa que es superior a la masculina. Por lo tanto, y desde un punto de vista objetivo, el paso que se había avanzado queda anulado cuando en vez de los hombres, ahora son las mujeres las que piensan que son superiores a ellos.
¿Quién será la persona que salga en defensa de los hombres en este nuevo siglo?
¿Están algunas féminas en lo correcto al pensar que en una sociedad podemos tratarnos como inferiores o superiores?
Lo que está claro es que nunca vamos a estar de acuerdo en quien puede desempeñar un cargo o realizar una tarea si tenemos una visión de desigualdad entre nosotros mismos.
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